Tu primer sitio web tendrá éxito o fracaso según el empeño que hagas a la hora de seleccionar correctamente el contenido, la usabilidad para el usuario y el destacado diseño que este tenga.
Un buen resultado lo dará el valor agregado que les des a tu página web, y este debe ir ligado a la identidad que se tenga en cuanto a la información allí alojada, la sobriedad en el diseño y el fácil acceso a todas las secciones internas que permitan toda una experiencia en su navegación.
El crédito de la creación de las páginas web se le debe al ingeniero y físico británico Tim Berners-Lee, pues fue gracias a él que hoy en día se habla de la World Wide Web (la Web) y aunque en principio fue un diseño rustico que no incluía ni color, fotos, ni videos, mucho menos gráficos ni animaciones, abrió el camino para que hoy podamos acceder a millones de páginas web.
Es más que evidente la importancia que existe hoy en día tener una buena página web para empresas u otros intereses personales, pues su uso es bastante variado ya que sirve como promoción en tu propio negocio, producto o servicio y además posicionarla en los buscadores.
Si no sabes por dónde empezar, estas cinco ideas te servirán para llamar la atención en la web.
1. Define los objetivos de tu primer sitio web.
Es muy importante que antes de comenzar a diseñar, agarres papel y lápiz y empieces a escribir los objetivos que tienes en mente para tu primer sitio web, preguntarte sobre qué será, si es un blog o una página empresarial o si con ella pretendes vender productos o servicios, todo ello hará más fácil la ubicación de las secciones que harán parte de tu página.
Dentro de este proceso siempre ten muy presente a tus visitantes o público objetivo, pues son ellos al final los que juzgarán el éxito o fracaso de tu web.
Tener unos objetivos claros hará mucho más sencilla la forma en que vean tu página, ya que de ello depende que todo lo que allí se vea publicado sea de fácil uso por los internautas.
No es necesario consultar a algún experto para crear tu propia página web, pues ya existen muchas plataformas dispuestas a ayudarte en tu proyecto pero si cuentas con uno, él sabrá llevarte por el mejor camino basándose previamente en tus objetivos.
2. Orden por encima de todo.
El desorden en los contenidos, colores, tipografía y demás, hará que dificulte su navegación y aún peor que el usuario no dure ni un minuto en ella, y ese por supuesto no es el objetivo.
Tanta información y contenido desorganizado es abrumador, al igual que el mal funcionamiento de los hipervínculos. La primera impresión siempre es la que cuenta por eso todo debe estar bien sincronizado, desde la página de inicio en adelante.
Debe existir una coherencia entre el contenido y el diseño, como en el correcto funcionamiento de los distintos enlaces que permitan una óptima navegación, pues ahora se debe pensar no solo en una página web creada solo para ser vista en computador sino también en los teléfonos móviles.
Y es que ahora que hablamos de orden, es importante referirnos al diseño minimalista, que no es más que reducir todos los elementos innecesarios de tu página web para que los internautas centren su atención en el contenido que queremos y no haya ningún tipo de distracción.
El licenciado en informática John Maeda en su libro Las Leyes de la Simplicidad menciona que las personas hoy en día, no se limitan solo a buscar y comprar, sino que además quieren diseños que sean capaces de simplificarles sus vidas, que les ahorre tiempo, que les genere confianza, emoción y por supuesto que logren diferenciarse de la competencia.
3. El contenido.
Ahora que ya tienes tus objetivos claros, es necesario que sepas qué tipo de contenido se incluirá en tu primer sitio web.
Para posicionarla en los navegadores, puedes utilizar el SEO, que no es más que un conjunto de acciones orientadas a mejorar el posicionamiento de un sitio web con el objetivo de aparecer en los primeros resultados de búsquedas sin pagar, esto se logra al seleccionar y destacar una o varias palabras en concreto que sean relevantes al contenido de nuestra web.
Ahora, es importante tener muy presente el tipo de contenido que el usuario encontrará, pues existen varias posibilidades que pueden girar en torno a textos, imágenes, gráficos, videos, entre muchos otros contenidos multimedia, o aplicaciones para productos o servicios.
También es clave definir el tipo de lenguaje a usar y esto va ligado al tipo de público objetivo que hayas escogido para tu proyecto.
4. Atrévete a dibujar el diseño de tu primer sitio web.
Antes de comenzar el diseño en la web, es recomendable que en una hoja de papel dibujes los aspectos que quisieras que tu página tuviera, por ejemplo, qué tipo de menú, cuántas secciones, si tendrá acceso a las redes sociales, a navegar entre tu misma página, ubicación del web logo y nombre de la página, etc., todo esto sin duda guiará aún más el camino correcto para lograr lo que te has imaginado.
Deja fluir toda tu imaginación, también servirá para ir desechando elementos que podrían ser innecesarios y hasta perjudiciales. Revísalo y modifícalo cuantas veces quieras al final encontrarás el más apto para tu tipo de contenido.
5. Equilibrio.
Cuando el bosquejo de tu primer sitio web esté listo, no olvides tener en cuenta que es importante también la escogencia de los colores y la tipografía, que irán en concordancia con el logo, el nombre del dominio y la identidad que le has ido buscando.
Mantener el mismo aspecto en la página web y en las distintas aplicaciones de promoción dará mayor fuerza a la identidad de la marca.
El aspecto visual no es menos importante, ya que refleja todo lo que representa a tu empresa o producto, y a su vez si está bien logrado, se atraerán los usuarios deseados que buscas alcanzar.